I wanna be sedated - La clavada

"I wanna be sedated" (D. D. Ramone - J. Ramone - J. Ramone)

El 16 de Agosto de 1974 dieron su primer concierto Los Ramones, como teloneros de Television (la banda donde militaban Tom Verlaine, Richard Hell y Richard Lloyd), en el mítico local neoyorquino CBGB. El local que había abierto sus puertas apenas unos meses atrás como un local de country, bluegrass y blues -según rezaban sus siglas-, se convirtió con el devenir del tiempo en el templo del punk y de la musica new-wave de New York y aledaños. Blondie y Patti Smith, que iniciaron su andadura en el local a mediados de los 70, fueron las bandas encargadas para ponerle fin en el ultimo concierto que se celebró el 15 de Octubre de 2006. La última canción que sonó fue el archiconocido tema “Gloria” de Patti Smith, alternada con estribillos de  "Blitzkrieg bop" de los Ramones. La canción elegida para hoy es "I wanna be sedated" del Lp de 1978 "Road to ruin". Existen muchas y muy buenas versiones: Go-Go's,  The Bones, The Adicts... la excelente versión de Mattew Sweet y Susanna Hoffs, y la que hemos elegido hoy de Offspring, por ser un grupo que también tocó en el desaparecido CBGB.

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 "La clavada" (Ernesto Zambonini)

El 16 de Agosto de 1967 Juan D'Arienzo  grabó el fabuloso tango instrumental "La clavada". De  D'Arienzo, decir que se definió estilistamente en el tango de los orígenes, de marcado compás, danzarín, de carácter rítmico... Tuvo mucha popularidad en los cuarenta por sus incursiones en la radio y por la admiración y respeto que tuvo siempre de buenas parte de los amantes al baile -mas cercanos al ritmo del dos por cuatro que proponían orquestas como la de D'Arienzo, que al cuatro por ocho que proponían los decaristas-. Del autor del Tango, don Ernesto Zambonini, alias "el rengo", decir que fue uno de los músicos -violinista en su caso-mas controvertidos del tango, por sus melopeas indecentes, y por las consecuencias que se derivaban de ellas. Del mismo modo que un amigo mio siempre decía -hasta el fin de su cirrosis- que a él no le gustaba el alcohol sino sus consecuencias, el problema del "rengo" no era que se encurdara, sino que en sus borracheras acabará revolver en mano obligando a una orquesta a que repitieran una y otra vez, hasta perder la cuenta el tango que hoy proponemos, en la rítmica versión del maestro D'Arienzo.