sábado, 18 de agosto de 2012

Steady as she goes - Cambalache


"Steady as she goes" (Jack White - Brendan Benson)

 


El 18 de Agosto de 2009 vio la luz el cuarto álbum del cantante, guitarrista y compositor Brendan Benson, álbum titulado "My Old, familiar friend". El mismo día apareció en el mercado un single magnifico que abría el álbum, y en cuyo título se evocaba a los Byrds, "A whole lot better". Brendan Benson es un músico inquieto donde los haya, en solitario, o formando parte de bandas tan interesantes con The Racounters, The Waxwings, The Greenhornes... viene desde 1996 endulzando nuestros oídos de buena música. La canción que hemos elegido hoy , "Steady, as she goes", fue su single o de debut -del año 2006-  y aparecía en su primer álbum -también de 2006- titulado "Broken boy soldier".


                                                                                                                   .                                                            

 "Cambalache" (Enrique Santos Discépolo)




































El 18 de Agosto de 1906 nació en la ciudad de Buenos Aires el estribillista Ernesto Famá, que integrara orquestas tan nombradas como la de Di Sarli, Fresedo o Canaro. Estribillista no es palabra que desmerezca o menosprecie, la diferencia entre estribillista y cantor no está en la calidad ni en la categoría de unos u otros: el estribillista cantaba parte de la letra, dejando amplio espacio para el lucimiento orquestal y el cantor pasó a cantar la letra completa, adquiriendo mayor protagonismo, o al menos compartiendo protagonismo con la orquesta. Eran las épocas, los públicos y los directores de orquesta los que demandaban cantores o estribillistas. El tango elegido hoy es "Cambalache" del insigne poeta don Enrique Santos Discepolo, compuesto en 1934 para la película "El alma del bandoneón" de 1935. El tango ha sido interpretado por la práctica totalidad de voces masculinas y femeninas del tango, siendo uno de los tangos de universalidad mas manifiesta, que ha roto todos los lindes propios de su género, y cuyo texto no solo se mantiene vivo con el paso de los años sino que -por desgracia- cada día cobra más sentido y tiene más validez. La versión elegida es la que grabara Ernesto Famá con la orquesta de Francisco Lomuto en 1935 para la película antes mencionada, "El alma del bandoneón".

   

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