"Don't worry baby" (Roger Christian - Brian Willson)
El 23 de Agosto de 1946 nació
el batería más loco de la historia del rock and roll, el volador de tazas de
retrete por antonomasia: Keith Moon. El excéntrico Keith, aparte de arrojar con bastante
frecuencia los muebles de las habitaciones de los hoteles donde se hospedaba
por la ventana, o de sumergir coches en las piscinas de los hoteles, tenía la
obsesión de volar literalmente por los aires los cuartos de baños de las
habitaciones. Aparte del inevitable presupuesto en dinamita y de las
cuantiosas facturas de reparación a las que tenía que hacer frente, fue
acumulando una larga lista de hoteles y cadenas hoteleras donde le tenían
vetada la entrada. La canción que hemos elegido hoy, "Don't worry
baby", el clásico de Beach Boys, aparecía en el único Lp que Keith Moon publicó en solitario, aunque
meses atrás el tema había visto la luz en forma de cara A de un single. El Lp,
de 1975, irónicamente titulado "Two sides of the Moon", era una
especie de karaoke, ya que prácticamente Keith Moon no hizo otra cosa que poner voz a las
canciones, y tan solo se digno a tocar la batería en unos pocos cortes del álbum.
En dicho album rendía tributo a sus grupos y compositores favoritos, incluyendo
una versión del clásico tema de The Who, "The kids are alright".
"Encuentro" (Miguel Bucino)
Antonio Maida, insigne cantor,
falleció un 23 de Agosto de 1984. Fue durante un largo periodo la voz de la
orquesta de Edgardo Donato, para tiempo después quedar vinculado a la orquesta
de Ricardo Malerba. En 1959 es nombrado director de la emisora de radio LS6
Radio del Pueblo, y desde allí sigue participando activamente en la difusión
del tango. Años después, junto algunos amigos, como Atilio Stampone, inauguraron
el peringundín tanguero "Caño 14", que tantas veladas de gloria
ofreciera y páginas gloriosas escribiera en la historia del tango. La canción
elegida, "Encuentro", fue grabada por Antonio Maida con la orquesta
de Ricardo Malerba en Octubre de 1944. Curiosamente, apenas un mes antes lo había
grabado la orquesta de Ricardo Tanturi con la voz de Enrique Campos, y apenas
tres meses después la orquesta de Francisco Canaro
con la voz de Guillermo Rico. Después el tango no vuelve a suscitar la
curiosidad discográfica de ninguna orquesta y queda semienterrado, durmiendo en
el sueño de los justos.
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